Si algo nos ha enseñado esta pandemia a los más afortunados, es a estar en casa. Esto ha traído consigo varias consecuencias sociales, como aprender a trabajar o a estudiar desde casa. Ha habido una alza en la remodelación interior de las mismas: pintando paredes, moviendo muebles, y arreglando las cosas que habíamos dejado para ¨después¨. Ha aumentado la venta de artículos para el hogar, artículos de ejercicio para realizar en casa como la ropa adecuada, pesas. ligas. etc.
Mucho se ha hablado también de la remodelación interior de las personas; es decir, de llevar a cabo un muy necesario ejercicio de introspección que nos ayude a ver las cosas que no nos gustaban de nosotros mismos, las cosas que habíamos dejado para ¨después¨, como mejorar nuestras ¨áreas de oportunidad¨ como personas, de sanar relaciones debilitadas con los demás, y de enriquecer nuestra salud mental.
Y cuál fue otra consecuencia de esto que menciono aquí arriba? pues el uso de ropa cómoda para estar en casa: ya sea para meditar, para hacer las tareas del hogar, o trabajar desde ella con comodidad. Adiós a los trajes sastres, a los pantalones formales, los vestidos de fiesta, las lentejuelas, tacones y bolsas. Ahora nos encontramos más cómodos: en ropa deportiva, en pants, pijamas, pantuflas, y sin maquillaje.
Pero como todo: vamos encontrando nuestra media en los extremos de una situación que nos tomó a todos por sorpresa. No podemos vivir en pants, ni pijamas. Basta pasar por el espejo de la entrada y ver las ojeras, el peinado de almohada, y la mancha de salsa en la camiseta para decir: NO MÁS, NO SOY YO. Y qué pasa: buscamos algo mono pero cómodo, algo en lo que se pueda trabajar en línea incluso con juntas con la cámara prendida y no perder nuestro estilo ni nuestra esencia. Encima, se aproxima el frío (si no es que ya estamos titiritando en el escritorio). Así que buscamos algo que arrope pero que no parezca el peluche de nuestro cuarto de los 10 años.
Y aparece una línea de ropa llamada LOUNGEWEAR. Es JUSTO lo que buscamos: una línea con un estilacho bárbaro, de-li-cio-sa al tacto y a precio justo. Justo porque vamos a vivir en ese juego de pants y cardigan el resto de la temporada. Así que las invitamos a conocerla. Les garantizamos que la van a amar. Con o sin pandemia, con o sin confinamiento, con o sin introspección espiritual.